Una vuelta por acá

La tengo que buscar todos los días,
pues no quiero que esta terapia solo sea mía,
no quiero que mis versos se queden de un color
azul oscuro y negro,
y se pasen a un simple carmesí,
para que brillen
y tu te guíes simplemente si.

Y mi alma se sale de mi cuerpo,
pues hay tantos senderos,
que incluso me puedo ir desde Venecia hasta el cielo,
o directo al contrasuelo
pasando por el indirecto
piso amarillo verde añejo.

Multicolor aire que se cae desde lo opuesto,
a este interminable señor que no sabe si eres puro sueño,
increíble vicectriz
que caes tan perpendicular
a la posición tan insuposicional
de la amada contrariedad,
que es la que no se deja amar...

Rojas!
rojas son tus garras,
que para mi son como unas balas,
pues ante tu mitología,
resultas ser tan versátil,
ágil,
nunca diría mas que fácil,
ven hasta mi humanidad
y vámonos a coyundar por el mas allá,
donde tu quisieras estar,
por el espacio sideral,
o en tu maravillosa forma de suspirar...